Habitacion de Matt

Toc toc

*Al escuchar la puerta me levanto y voy a abrir, sorprendido por ver a Sasha despues de tantisimo tiempo. La recibí encantado con dos besos y un fuerte abrazo, invitandola a pasar a mi casa*

¡Cuanto tiempo, Sasha! ¿cómo tú por aqui?

*pense que se había olvidado de mí, pero por lo que notaba se acordaba a la perfeccionará m de mi, le respondo el saludo de la misma forma y entraba a su casa que me había quedado con la boca abierta por lo desordenado por la ropa que había tirada en el suelo y me reía de eso para luego ponerme sería y sacar de mi bolso una caja de chocolates que le gustaban a el, más bien se las había comprado a el*

Matttt por dios pero que cambiado estás y me enteré por tu madre que estabas por aquí y decidí pasar a visitarte, por favor no te molestes con ella, solo quería saber si habías llegado bien o si estabas comiendo bien y por cierto té traje estos chocolates que te gustan

*Cogí la caja de chocolates con gusto pues era un regalo. Quise dejarla en algún lado pero tenía la casa muy desordenada, siempre fui un desastre y ella lo sabía. Ella decía que yo había cambiado mucho, parece ser que ella no se ha visto en un espejo, puesto que estaba más cambiada que yo, ahora era todavía más sexy que hace unos años cuando compartiamos cama*

Tú sí que estás cambiada, Sasha. Y gracias por los chocolates, y gracias también por tu visita, como puedes ver todo sigue igual que antes, salvo la casa, eso sí es nuevo. Por favor ponte cómoda.

Jajaja sigues siendo el mismo desordenado de siempre Matt ya sabes porque cuando te iba a visitar a tu cama nunca se me hacía fácil conseguir mi ropa al momento que me tenía que esconder cuando tu madre sbria ls pierta porque tu te tardabas en abrirla y no agradezcas los chocolates, no quería venir con las manos vacías * me iba a un pequeño mueble de esos viejos por la tela que tenía y me sentaba para luego darle una palmada al espacio vacío que hacía a mi lado para que el viniera y se sentará, no dejaba de verlo y sobre todo ver cómo su cuerpo con el tiempo había mejorado, y qué decir de su tono de voz, al escucharlo hablar sentía pequeños escalofríos por mi cuerpo*

Aquellos tiempo, ¿verdad? Ya sabes que me gustaba arrancarte la ropa y tirarla bien lejos.

*Sonreí debido a la situación, no creí que nos ibamos a poner nostalgicos recordando viejos momentos, porque nuestros viejos momentos contaban de sexo, mucho sexo, por aquel entonces eramos jóvenes y alocados, ahora los años no pasaban en vano. Yo mismo había cambiado bastante, ahora tenía un cuerpo más musculado y lleno de tatuajes, no como por aquel entonces que era un delgaducho. Fui y me senté al lado de Sasha. Ahora que la podía ver más de cerca me daba cuenta de que era una belleza, aunque siempre supe que tarde o temprano explotaría y se volvería una preciosa mujer, tenía potencial para ello. Como mirarla fijamente era un poco raro la sonreí con cierto cariño*

Uff, han pasado años. Nunca me imaginé que te volvería a ver y menos aquí. ¿Cómo es que te dió por buscarme después de todo este tiempo?

Si aquellos tiempo que mi ropa se desaparecía aunque no me quejaba de lo bien que lo pasábamos, aún lo recuerdo como fuera ayer y eso que han pasado como 5 años creo ya que ese fue el tiempo que nos dejamos de ver y lo qué pasó fue que cuando me iba a poner a estudiar en la universidad me vine para acá y luego en el móvil se me había perdido todos los contactos y un diciembre que fui a la casa iba a visitarte para saludarte y explicarte, pero te vi con una chica, y ahí me dije que mejor era quedarme con los recuerdos bonitos aunque no te creas llamo a tu madre para saber de ti, a pesar de todo me sigues importando *todo eso que dije de ultimo lo dije en voz baja, nunca el y yo tuvimos como esa relación de amor por así decirlo, pero como teníamos sexo cada vez que podíamos cómo que desarrolle cierto cariño especial por el, que claro no lo demostraba casi porque la idea no era arruinar el buen sexo que teníamos y para recordar eso pasaba mi mano por su camisa bajándola y meterla dentro de esta y sentir lo cálido de su piel* siempre te recuerdo porque contigo tuve el mejor sexo, creo que ningún hombre se te va igualar y tampoco es que quiero que eso pase

*Sus palabras eran sinceras y cálidas, las sentí verdaderamente. Cierto era que descubrimos juntos el sexo hace años, y desde entonces no parabamos en todo el día. Lo hicimos en todos los sitios posibles, en todas las posturas que se nos ocurrian o aquellas que imitabamos de los videos porno que alguna vez veíamos, eran buenos tiempos. Por eso cuando puso su mano dentro de mi camiseta, tocando mi piel, sentí de nuevo su fino tacto y su calor, aquel que hacía años que no sentía. Una sensación de nostalgia me invadió, y también cierta excitación por el hecho de volver a ver a Sasha después de todo ese tiempo. Al verla se me aceleraba el corazón, y si bien es cierto que cuando nos distanciamos yo estuve con otras mujeres, ninguna supo darme lo que ella me daba, por eso pasé mi brazo por su espalda para agarrarlas del hombro y pegarla a mí al igual que hacía ella con su mano*

Es gracioso porque yo tampoco pude olvidarte en todo este tiempo. A pesar de que nunca fui capaz de ponerme en contacto contigo y de dejarte escapar en cierta forma. Siempre estuviste en mi cabeza, tú y aquellos días de sexo. Es extraño, ¿verdad?

Es muy extraño la verdad, pero lo que importa es que grscias a tu madre y que tú te viniste para acá ya volvimos a estar juntos nuevamente, como en aquellos tiempos *se lo comentaba después que con su brazo me había acercado más a su cuerpo y podía con mi mano seguir tocando su torso bajo la camisa que de cierta forma estorbaba, pero iba a llegar un momento que me iba a desesperar y quitársela, pero mientras lo seguía escuchando y mirando, pasaba suavemente mi mano por su piel recorriendo y recordando cada parte de el ya que había perdido ese recuerdo de su cuerpo y eso que prácticamente en nuestra juventud nos la pasábamos la mayoría del tiempo juntos haciendo del sexo lo mejor por las cosas que hscialosct experimentábamos, de reojo miraba el lugar para terminar y darle un beso en sus labios y sentarme en sus piernas como muchas veces anteriores lo hacía cuando nos encontrábamos solos en algún lugar* puedo decirte que siempre he tenido tu olor o eso creo por eso también me hace recordar los viejos tiempo

*Después del beso sentí unas ganas tremendas de levantarla y hacerla mía ahí mismo, pero lo mejor era retener esos impulsos por el momento, sin embargo si esto hubiera pasado hace 5 años ya estaría ella sin ropa y sobre el suelo. Se sentó sobre mis piernas y yo la agarré por la cintura, abrazandola como solía hacer antaño. Seguro que ambos estabamos recordando los buenos momentos el uno con el otro y era una tontería pudiendo fabricar más buenos momentos en ese mismo instante. Sonreí y le di un pequeño beso en la frente y luego otro más en sus labios rojos. Ante semejante provocación era normal que la respondiera, aunque todavía me tocaba intensamente, cosa que yo no. ¿Desde cuando era ella la lanzada? me pregunté*

Tenerte aquí es como un sueño. ¿Es normal que no quiera dejarte ir? Bendita mi madre el día que te dijo dónde vivía yo. Chocolates, una preciosa mujer, ¿qué más puede pedir un hombre?

Yo sé qué más puedes pedir, una buena botella de vino, yo era la que se los robaba a mi padre un par de veces aunque eso eran cervezas, pero realmente no me acuerdo, y ahora lo bueno es que prácticamente soy tu vecina. Pero sino me equivoco estoy segura que pasare más tiempo aquí que en mi casa * decía riendo y lo notaba extrañado por lo que había hecho de sentarme en sus piernas y fue tan cariñoso cuando me beso en la frente, fue como si me sintiera protegida para luego sacar mi móvil y tomarnos una foto donde yo hacía que mordía su mejilla y se lo enviaba a su madre para hacerle saber que su hijo estaba más que bien y que estábamos juntos, me imaginaba después que el de estaba aguando las ganas de no quitarme la ropa y yo solo seguía disfrutando de su calor humano y de su aroma embriagador, estaba segura que en otro momento ya me hubiera encontrada tirada en el piso y siendo desnuda por el* pasa algo? Lo pregunto porque ahorita como que te veo extraño

Mi corazón late muy deprisa desde que te he visto entrar por la puerta. No puedo dejar de mirarte, eres hipnotica para mi. Además tengo ganas de agarrarte y no soltarte más.

*Cuando dije eso la abracé con más fuerza. A pesar de que sonreí para la foto que ella sacó ahora la miraba con tono serio pero a la vez cariñoso. Nunca antes había sentido esto por ella, más allá de follar salvajemente. Quizás porque ahora somos adultos que las cosas cambian y las veo desde otro prisma. Uno en el cual la veo a ella por todos lados, tanto su yo de hace 5 años como su yo actual, no podría decidir cual de las dos es más guapa. Lo mejor era ser sincero con ella y así hice, le deje ver mis dudas para que pudiera hacerse una idea de por qué estaba tan extraño. Por albergar unos sentimientos que no llegaron a florecer hace tiempo y que ahora despertaban deseosos. Con mi mano apartaba el pelo de su frente para poder verla directamente. Su cara de diva, su sombra de ojos y su pintalabios, todo era perfecto en ella*

¿Crees que es esto a lo que se le llama amor?

*Iba a decir algo para contestarle, pero en vez de eso creo que lo fue darle un beso, no un beso corriente sino uno profundo, largo, de esos de película, así sabríamos a ciencia cierta lo que nos decían nuestros sentimientos. Yo por mi parte sentí ese beso infinito, hacía mi corazón latir más rápido lo cual era extraño ya que nunca me latió así ni cuando la veía desnuda en aquellos tiempos. En cambio ahora un simple beso congelaba el tiempo, a pesar de que era el típico beso que siempre nos dabamos, bueno, puede que incluso menos sucio y morboso que los de antes, este era más pasional. Junto al beso vinieron las caricias sobre su cuerpo y viceversa. Luego del beso me quedé en silencio mirando sus bonitos ojos marrones hasta que me decidí a hablar*

Uff, eso ha sido intenso, muy intenso. Muy diferente de cuando éramos jóvenes, este ha sido especial, ¿lo has sentido tú también? Creo que te quiero, Sasha.

Sasha..

*Dije ya en mi límite. Una vez que me quitó la camiseta mi bestia interior salió y con la llama de la pasión en mis ojos la levanté de una tirada, sosteniendo su liviano cuerpo entre mis brazos. Hace unos años también podría haberlo hecho, ella seguía siendo pequeña y ligera, pero ahora que habia entrenado mi cuerpo a fuego en el gimnasio durante tanto tiempo se me hacía incluso más fácil portarla. El caso es que fui caminando con ella hasta hacer tope con una pared, ni le di importancia a cual, el caso es que yo la besaba sin parar mientras pegaba su cuerpo al mío y la hacía rodar por la casa hasta llegar a mi habitación, donde me dejé caer de espaldas en mi cama con ella encima. Tocaba su cuerpo mientras le quitaba la camiseta a ella sin apartar siquiera nuestros labios. Se notaba que hacía tiempo que no sentiamos nada así y por eso lo aprovechabamos al máximo*

*no dije más nada ni le iba a responder, al momento que me sostuvo y me levanto entre sus fuertes brazos yo me sostenía fuerte de su cuello mientras no dejábamos de besarnos, ya quería sacar todo lo que tenía, pero quería sacarlo con el ya que él tenía la culpa de haberme puesto así y de estar así, jadee fuerte cuando mi espalda choco con una pared y cuando ya estaba sobre su cuerpo al llegar acostarnos en su cama donde me quito la camisa y yo gracias al aire que le robaba no dejaba de besarlo haciendo cada vez más el beso más apasional, le iba con mis manos desabrochando sus jeans y bajándole el cierre, ya lo quería tener desnudó y con nuestras piernas enredadas, esto era mucho mejor que los antaños, su cuerpo más trabajado y su voz masculina ya me tenían mi braga muy húmeda y podía estar así todo el día, rozaba mi cuerpo contra el suyo y subía mis manos por su cuerpo, por otra parte, mi cuerpo le gritaba que lo tomará y le hiciera suyo*

*Una vez que bajó mis jeans me quedé en boxer, que por cierto me quedaban mejor que antes ya que ahora poseía un mejor cuerpo. Como era costumbre una vez la saqué la camiseta la tiré bien lejos e iba caminado de hacer lo mismo con sus pantalones, los cuales bajaba a tirones sin desabrochar nada, solo a base de fuerza bruta hasta sacarselos por completo, dejando a relucir aquel culo pálido, más grande y trabajado que el que tenía hace años. Puse mis manos sobre él para tocarlo con gusto, del mismo modo que ella tocaba mi cuerpo y comía de mis labios con deseo, ahora haciendo uso de nuestras lenguas para llevar el beso un nivel más arriba, retrocediendo al pasado donde era común usar nuestras lenguas para hacerlas chocar entre ellas y darnos placer mutuo. Ahora que yo tenía un cuerpo más grande que el suyo se me hacía fácil rodearla y hacerla mía, seguro que se sentía abrumada y segura bajo mis musculosos brazos y le era más grato tocar mi cuerpo con abdominales definidos, no como en el pasado. Yo desde luego sí que disfrutaba de su cuerpo, haciendo uso total de el*

*pasaba y miraba cada detalle de sus tatuajes luego de que nuestras lenguas jugará entre sí y que ese beso me colocaba más locs por el, ya ambos desnudos o semi desnudos volvíamos a nuestra juventud donde la mayoría de las veces estábamos así, me tome el atrevimiento ahora y besaba cada uno de sus tatuajes haciendo un caminos de besos que llegaron a sus labios donde lo besaba y de una usaba mi lengua para tocar las suyas y enredaba mis piernas mientras dejaba que tocara mi redondo y gran trasero que tanto a él le gustaba y lo que sobresalía más de mi cuerpo, daba un estirón a su labio inferior y pasaba después mi lengua por enviamos de estos para bajar su bóxer hasta donde mis manos llegabans h poder sentir después de tanto tiempo su miembro, miraba con descaro a su entrepierna donde mi boca se hacía más agua y luego lo miraba a el* mmm que dotado té pusiste últimamente

Siempre tuve buen miembro. ¿No era eso lo que más te gustaba de mí hace años?

*Dije mientras soltaba una pequeña risilla. Verla ahí mirando mi miembro, deseosa de tenerlo entre sus manos, me ponía bastante, algo que se hacía de notar en cuanto a como se agradaba mi miembro dentro de mi boxer. Ahora era incluso más excitante que antes, no comprendía muy bien por qué, pero aquella Sasha "madura" me encendía más que la jóven. Quizás porque sus gestos y su forma de mirar había cambiado, se la veía más suelta y decidida y eso me gustaba. Relamí mis labios tras aquel último beso en el que hizo estragos con su lengua, quería saborear bien aquel húmedo beso. Yo como era de esperar, di un pequeño movimiento y terminé por ponerle mi entrepierna en la cara. Vieja costumbre que tenía, siempre me gustaba ponerlo en su cara para ver como lo miraba con aquella expresión de gata salvaje que tanto le gustaba poner, y esta no iba a ser una excepción. Es por ello que yo mismo me bajé el boxer para enseñarle aquello que hacía años que no veía y que ahora tanto deseaba, aquello que tantas veces había estado dentro de su boca, de su vagina y de su culo, mi miembro, que lucía incluso más grande que la última vez, más potente, con venas marcadas por todo el tronco y depilada totalmente*

Está intacta, tal y como la dejaste.

*viejo movimiento que había echo cuando me lo dejo por mi rostro, me lo veía venir, pero no pensé que tan rápido, pero eso no le pare, al tenerlo ya por mi rostro, tomaba y lamia ese miembro que muchas veces estuvo en mi interior ya sea en la boca, coño y ano, lo lamia sin decir nada, demostrando que extrañaba mucho está parte de su cuerpo que había mejorado bastante y ahora tenía un sabor miy adictivo que lograba que pasara con mayor fuerza mi lengua y luego tomarlo con mi boca y llenarme de su polla gorda y venosa, mis cachetes se veían como de ardilla y lo bueno es que tenía una garganta bien profunda que me ayudaba mucho porque bajaba más la cabeza para meterlo más y hacer fuertes succiones, la saliva se me salía un poco y no dejaba de verlo con mi cara de gusta salvaje y en celos que estaba teniendo ahora*

Ahhhgmmhh

*Arqueaba mi espalda cerrando mis ojos por el placer. Hacía tiempo que alguien me hacía una mamada así. Sí, había estado con otras mujeres, pero Sasha casi había sido entrenada por mí, cuando hace años practicaba engulliendo mi polla una y otra vez, hasta la base y manteniendo. Es por eso que no evitaba mostrarle lo mucho que me gustaba aquello, aquella garganta profunda que se metía todo mi miembro en su interior y que gracias a su saliva, a su húmeda lengua y a la intensidad que le ponía al chupar, se fue haciendo más grande, hasta alcanzar un tamaño considerable. Abrí los ojos y vi como me miraba fijamente con aquellos ojos marrones penetrantes, ella lo estaba disfrutando y en cierto modo me envíaba un mensaje, como diciendo que recordase quién era la hacedora del placer, quién era la que me podía llevar al septimo cielo. Desde luego era ella, sin duda. Puse ambas manos en su cabeza, sujetandola por su pelo para hacerla tragar del todo, hasta que su barbilla chocase con mis huevos, mantiendola unos instantes hasta que poco a poco se fuera quedando sin aire, entonces la solté, no quería ser demasiado duro en nuestro rencuentro*

Como echaba de menos esto.

*cada vez que el me lo metía mas yo abría más la boca haciendo un poco de presión hasta que mi barbilla choco con la base de su miembro y ahí me di cuenta que lo tenía todo adentro, como el yo también extrañaba esto y le demostraba que era yo la queclo ponía así y que su polla tenía que recibir el dije de los tratos, a veces pensaba que ya había nacido para estar con él porque se sentía y a veces notaba esa conexión que teníamos, con mis manos me sostuve de sus piernas hasta que lo saco y pude respirar un poco aunque no tarde mucho porque me lo volvía meter en la boca, no quería perder tiempo y quería seguir disfrutando de cada segundo que estaba con él para poder disfrutar de su cuerpo, sus gemidos o jadeos de placer me llegaban al oído y me alegraba mucho porque significaba que no había perdido mi toque*
Yo igual extrañaba estar entre tus piernas

Sigues siendo toda una loba.

*En efecto lo era, más que antes incluso. Seguramente debido a todo este tiempo en el que no hemos estado juntos y de ahí el ansia que sentía por chupar mi polla. No la podía culpar ya que yo me sentía igual. Relajado, disfrutando de una buena mamada como hacía tiempo que no disfrutaba. Era cierto que teníamos una conexión, posiblemente por tanto sexo, pero ella hacía y se dejaba guiar por mis manos, marcando el tempo de la felación, de más rápido a más lento y al revés, succionando la punta al igual que tragaba el resto como una autentica bestia. Notaba como me iba a explotar el miembro de lo excitado que estaba, y como sentía que éste se derretía cuando entraba a través de esos finos labios y llegaban hasta el fondo de su interior. No contenía mis suspiros de placer y mis numerosos ruidos ya que eso la motivaba a seguir y como muestra de cariño acariciaba su pelo cuando mantenía mi polla dentro de su garganta como una buena chica*